lunes, 30 de marzo de 2009

"Perdona, Irum Saeed"

Carta de la semana


Un pretendiente despechado quiso borrar con ácido la cara de esta mujer paquistaní. Tras 25 intervenciones quirúrgicas, ha quedado así. Un rostro que grita sin despegar los labios.


"Proque era pobre no pude ir a la escuela, y porque no fui a la escuela no pude leer un libro... Porque no aprendí a leer no pude firmar papeles, y porque no tenía papeles no pude encontrar un trabajo... Porque no hallé un trabajo no pude dar de comer a mis hijos, y porque se morían de hambre no tuve más remedio que vender mi cuerpo... Y porque ellos ténian dinero, estudios, trabajo y papeles en regla pudieron, en esta ocasión no hizo falta mi firma, comprar mi cuerpo... Querida Irun Saeed ("Conquistas de la cultura", 8 de marzo de 2009), sólo una palabra: ¡Perdona! ¡Que vergüenza compartir con determinadas personas la condición de ser humano!"

José María Escudero. Correo electrónico (El País Semanal)

viernes, 20 de marzo de 2009

Facto Delafé y las Flores Azules "La fuerza"

domingo, 1 de marzo de 2009

Palabras de José Saramago

"[...]¿Qué hacer? De la literatura a la ecología, de la guerra de las galaxias al efecto invernadero, del tratamiento de los residuos a las congestiones de tráfico, todo se discute en este mundo nuestro. Pero el sistema democrático, como si de un dato definitivamente adquirido se tratase, intocable por naturaleza hasta la consumación de los siglos, ése no se discute. Mas si no estoy equivocado, si no soy incapaz de sumar dos y dos, entonces, entre tantas otras discusiones necesarias o indispensables, urge, antes de que se nos haga demasiado tarde, promover un debate mundial sobre la democracia y las causas de su decadencia, sobre la intervención de los ciudadanos en la vida política y social, sobre las relaciones entre los Estados y el poder económico y financiero mundial, sobre aquello que afirma y aquello que niega la democracia, sobre el derecho a la felicidad y a una existencia digna, sobre las miserias y esperanzas de la humanidad o, hablando con menos retórica, de los simples seres humanos que la componen, uno a uno y todos juntos. No hay peor engaño que el de quien se engaña a sí mismo. Y así estamos viviendo.

No tengo más que decir. O sí, apenas una palabra para pedir un instante de silencio. El campesino de Florencia acaba de subir una vez más a la torre de la iglesia, la campana va a sonar. Oigámosla, por favor."



*Aquests són els dos últims fragments del discurs de José Saramago, Premi Nobel de Literatura, pronunciat en la clausura del 2n Foro Social Mundial. Porto Alegre, Febrer 2002.

US RECOMANO LLEGIR-LO TOT (aquí ho podeu trobar; http://www.profesionalespcm.org/_php/MuestraArticulo2.php?id=7429)